El arte y la contribución a la paz, en Guachohi, Sonora

Olga Rosario Avendaño/enviada Guachochi, Chihuahua.- El arte puede ser un aliciente para combatir la violencia que vive el país y sobre todo en estados como Chihuahua, así lo dice a W, la pintora Adela Solís, quien vive en la comunidad de Guachochi, Chihuahua, a unos 450 kilómetros de la capital de este estado del norte del país

En este municipio, debido a los índices de violencia que se viven, a partir de las ocho de la noche todo queda desierto y las calles son de la policía, las personas en las calles de este pueblo ven con desconfianza a cualquier extraño que llega. La casa de la maestra Adela se encuentra enfrente del Lago Las Garzas, mismo hace honor a estas aves, pues al atardecer, en él se logran ver cientos de estas especies

Adela es la artista que colabora para la escenografía de lo que es la Gala Regional Yoreme que se presentó en la Plaza Pública de Guachochi, Chihuahua y que forma parte del Programa México, Cultura para la Armonía de la Dirección General de Culturas Populares

En el escenario se logran ver tambores hechos a base de pieles de cerdo, chivo y venado, mismos que son elaborados por los rarámuris y sobre ellos Adela pinta, para ella son su lienzo. Acerca de lo que el arte puede hacer en contextos de violencia menciona:“El arte puede ser un arma para combatir la violencia, porque por ejemplo, si un niño, en lugar de tomar un arma toma un pincel o toma un violin o tom una guitarra, pues eso es mucho más benefico que si tomara una pistola, porque las pistolas son para matar, y si toma un violín o una guitarra para hacer arte, pues es para crear cosas bonitas.”Adela pone su granito de arena para construir un mundo mejor y da clases de arte a alumnos de nivel secundaria en este poblado que fue fundado en 1963, es el municipio más joven de Chihuahua, en comparación con Santa Bárbara que se fundó en mil 700

Adela menciona que  se siente ráramuri, pues por sus venas corre sangre de esta etnia, aunque su apariencia ya es de mestiza, menciona que su madre fue de la sierra de San Juan Nepomuceno. En sus obras de arte plasma rostros raramuris, así como la fauna de la zona

Menciona la importancia de pintar a los integrantes de esta etnia “es como dar a conocer la cultura ráramuri, de cómo viven, de cómo piensan, de cómo sienten también, de cómo es su entorno”

¿Usted pinta rarámuris? Sí, es lo que más hago, pinto mujeres, niños, viejitos, de todo ¿por qué?, porque se me hace una expresión muy natural sin nada de componerse, o de ponerse en una pose”