Imposible predecir ‘gran sismo’ en la Ciudad de México

Por David Galván México.- A pesar de la constante actividad sísmica que se ha detectado en los últimos 40 días en la costa de Guerrero y que ha provocado alerta en los habitantes de la Ciudad de México, estos movimientos registrados desde el pasado 18 de abril cercanos a la ciudad de Papanoa no representan una condición de anormalidad o algo extraordinario. Así lo indicó el doctor Víctor Manuel Cruz Atienza, Jefe del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM: “Efectivamente, caen dentro de lo que conocemos como la brecha de Guerrero, es decir un segmento de la costa entre Acapulco y Papanoa, que han sido también observados en repetidas ocasiones a lo largo del Siglo XX. Varios ejemplos tenemos de la misma magnitud, son sismos pequeños, efectivamente provocados por el sismo 7.2 (grados Richter) cercano a esa región, pero dentro de lo que se ve normalmente. El académico universitario descartó que el incremento de actividad sísmica en días recientes pueda ser el anticipo de un terremoto de mayor magnitud e inclusive fue enfático al señalar que hasta el día de hoy, ningún país se encuentra en condiciones de predecir un sismo. “En el mundo, por más científicos avocados a la predicción sísmica, con muchas redes, instrumentos sofisticados, no se ha podido detectar de manera sistemática, fenómenos precursores a la ruptura de sismos mayores”. Ante algunas versiones sobre un ‘gran terremoto’ en el centro del país que pudiera ocurrir a la brevedad, el doctor Cruz Atienza, consideró que estos pronósticos carecen de cualquier sustento científico y no debe tomarse con seriedad. En cuanto a la condición de la llamada Brecha de Guerrero, el especialista en sismología explicó que se trata de un segmento que se encuentra bajo la costa del pacífico mexicano en donde no han ocurrido sismos de magnitud mayor a los 7.5 grados de la escala Richter en los últimos 100 años y de darse un rompimiento en la zona por esa acumulación de energía, podría tener una importante repercusión para la capital del país dada su cercanía con el punto. Sin embargo, no existe manera de predecir algo así. “Si un sismo de magnitud comparable al de 85, que ocurrió en Michoacán, ocurriera en la Brecha de Guerrero, la amplitud de las ondas, es decir, la violencia de las sacudidas en ciertas frecuencias específicas, podría ser de dos a tres veces más grandes que las que sentimos durante el 85 en la Ciudad de México ”. Finalmente se reiteró el llamado a las autoridades y la población a dar seguimiento a las indicaciones de protección civil en las regiones con propensión a sismos, ya que este tipo de hábitos debe ser algo cotidiano para los habitantes sobre todo de urbes con proximidad a la costa del Pacífico mexicano.