'Se fue a dormir, y ya no despertó': Laura Emilia Pacheco

Por Fernanda QuirozMéxico.- En el Colegio Nacional, lugar de proyección intelectual y académica de José Emilio Pacheco, se llevó a cabo su velorio con la presencia de sus amigos, sus lectores, su familia y funcionarios públicos. Este lunes, el Colegio, del que fue miembro desde 1986, estuvo lleno de gente de todas las edades. Filas largas se formaron para entrar a hacer guardias de honor y dejar rosas blancas en el féretro, mientras su viuda, Cristina y su hija, Laura Emilia, recibían condolencias y abrazos de parte tanto de lectores como de miembros de la comunidad intelectual. “Se fue a dormir, y ya no despertó... dentro de todo fue una partida muy tranquila. Ahorita que estamos en el Colegio Nacional estoy muy contenta porque han venido muchos de sus amigos, pero sobre todo han venido sus lectores”, dijo Laura Emilia Pacheco, notablemente triste pero también conmovida por las muestras de cariño

Entre los primeros en llegar al velorio del poeta fueron Emilio Chuayfett, Secretario de Educación Pública; Rafael Tovar y de Teresa, presidente de Conaculta, y Maria Cristina García Cepeda, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes. “Es un momento de gran pena y gran dolor. Es una muerte prematura. Es un hombre que todavía estaba en una edad productiva y que tenía mucho que darnos. Un gran escritor, una gran narrador, un gran poeta nos deja un gran legado que es la integridad de su obra que tanto enriquece el alma y el espíritu. El INBA en colaboración con su familia hará una lectura colectiva para honrar a este hombre que tanto nos dejó en su literatura”, afirmó Maria Cristina García Cepeda. Aunque el INBA abrió sus puertas a un homenaje fúnebre para José Emilio Pacheco, fue decisión del escritor que cuando llegara el momento, sus restos fueran velados en el lugar en el que dio clases, conferencias y compartió pláticas y debates con amigos y alumnos. “Su muerte es el silencio de una voz que se ocupó de todos, que asumió desde el comienzo de su carrera la responsabilidad de ver por la presencia de los que ya no estaban entre nosotros. De estudiar y valorar a sus contemporáneos y de conocer y ocuparse de las generaciones que vienen después de él”, dijo Antonio Saborit, director del Museo de Antropología. Además, asistieron personajes como Vicente Rojo, Enrique Krauze, Guadalupe Loaeza, representantes del Fondo de Cultura Económica, y Daniel Goldin. “José Emilio Pacheco y Carlos Fuentes, unidos a Sergio Pitol y a Carlos Mosivaís hicieron un grupo muy memorable. Les gustaba hablar no de política, ellos hablaban de literatura, de poesía, de libros que acaban de leer”, contó a W Radio, Silvia Lemus. “Es una sorpresa muy desagradable porque estaba en el epítome de su genio creador. Era una suerte de poeta para todos, una suerte de crítico social, era una suerte de lo que nos dejó la generación de Monsivais, de él, de Carlos Fuentes. Es insustituible porque además sembró muchas cosas que ahora espero que la gente más joven siga”, dijo Horacio Franco. Personas de todas las edades llevaron una flor blanca, o bien hicieron guardia. Un velorio por demás entrañable, que recuerda lo que las letras provocan en el humano, una conexión inexplicable con el autor, como si fuera parte de la familia. Su cuerpo será incinerado a las 5 de la tarde.