Retoma México tradición diplomática y mejora relaciones en dos años

México, noviembre 30, 2008.- En sus dos primeros años, la política exterior del gobierno del presidente Felipe Calderón se encaminó a recomponer las relaciones con otros países y a reinsertar a México en diversos espacios, pero no estuvo exenta de momentos tensos. En entrevista Mario Ojeda Gómez, ex embajador de México ante la UNESCO, sostuvo que el gobierno actual ha retomado partes importantes de la tradición diplomática mexicana, como la solución pacífica de las controversias y el principio de no intervención. Al conmemorarse dos años de la toma de protesta de Calderón Hinojosa, el también ex presidente de El Colegio de México consideró que el objetivo general que se aprecia en la actual administración es el deseo de componer las relaciones de México con otras naciones. La labor diplomática efectuada con Cuba -que concluyó con la firma del Memorándum de Entendimiento en Materia Migratoria en octubre-, llevó todo el segundo año de gobierno y parte del primero. Las relaciones se habían distensado de forma importante desde septiembre de 2007 con el envío de los respectivos embajadores, pero fue con la visita de la canciller Patricia Espinosa a la nación caribeña en marzo cuando en realidad inició el proceso de normalización. Desde entonces se efectuaron varias reuniones bilaterales en materia migratoria entre ambos países, así como otras para fomentar el intercambio comercial y educativo, además de fortalecer los lazos de cooperación técnica y científica. En la última semana de octubre, el canciller cubano Felipe Pérez Roque visitó México y firmó el memorándum referido, al tiempo que declaró, con la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana, como superado el conflicto diplomático. Ese distanciamiento entre México y Cuba fue resuelto, pero al mismo tiempo se presentaron diferencias con varios gobiernos de América Latina, principalmente emanados de la izquierda. En este segundo año de gobierno, a finales de marzo se produjo un bombardeo del ejército colombiano en Ecuador, que provocó cinco muertos y heridas a sendos mexicanos, lo que elevó la tensión en las relaciones con ambos países. A raíz de ese mismo caso, la mexicana Lucía Morett, quien sobrevivió al ataque al campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en tierras ecuatorianas, solicitó asilo en Nicaragua. El gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra concedió el asilo a Moret Alvarez y entró en conflicto con el gobierno mexicano, en el que incluso hubo algunas declaraciones muy duras del mandatario centroamericano. En su visita a México en junio, para asistir a la X Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, Ortega Saavedra no quiso abordar el tema, aunque sí tuvo algunas diferencias con el mandatario de Colombia, Alvaro Uribe Vélez. Con el gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, hubo otro roce a raíz de la nacionalización de la industria cementera en esa nación sudamericana, lo que afectó seriamente a la empresa Cementos Mexicanos (Cemex). Dadas las condiciones de la expropiación y la queja levantada por la empresa mexicana con sede en Monterrey, el embajador venezolano en México, Roy Chaderton Matos, fue llamado a la cancillería para aclarar algunos puntos. Aunque México se dijo satisfecho con el diálogo diplomático, a las pocas semanas Chaderton Matos abandonó territorio mexicano y hasta ahora no ha regresado ni se ha presentado un nuevo embajador; la relación con Venezuela se mantiene con cierta distancia. Al conmemorar su segundo año en el gobierno, la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa ha superado también algunas dificultades diplomáticas con Estados Unidos, sobre todo en el tema de la seguridad. El proceso de negociación y aprobación en la Unión Americana de la Iniciativa Mérida llevó a momentos difíciles, como cuando el Congreso de esa nación quiso condicionar la entrega de recursos a un seguimiento de resultados. También hubo complicaciones cuando se habló sobre la construcción de un muro en la frontera común e incluso cuando el Congreso de Estados Unidos rechazó la reforma migratoria que se proponía para establecer reglas al paso de mexicanos a ese país. Aun así, al llegar a su segundo año, el actual gobierno ha tenido logros importantes, como la firma de un acuerdo con la Unión Europea que concede a México la calidad de Socio Prioritario. Dicho estatus representa un tratamiento más cercano y con mejores consideraciones políticas y comerciales hacia México de los países europeos, respecto a su relación con otras naciones. Asimismo, la candidatura mexicana para ocupar un asiento temporal en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue aprobada en la Asamblea General, con el voto abrumador de naciones de los cinco continentes. Con información de Notimex