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  • 24 ABR 2024, Actualizado 23:24

Inauguran astronautas laboratorio japonés Kibo en ISS

"Este es un gran momento para los japoneses", dijo el astronauta nipón Akihiko Hoshide al abrir la compuerta ante la atenta mirada de los demás tripulantes

Washington, junio 04, 2008.- La tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) abrió este miércoles la compuerta del laboratorio japonés Kibo, inaugurando así el módulo de mayor tamaño, horas después que un cosmonauta ruso reparara uno de los baños del complejo orbital. "Este es un gran momento para los japoneses", dijo el astronauta nipón Akihiko Hoshide al abrir la compuerta ante la atenta mirada de los demás tripulantes. "El módulo Kibo está abierto", añadió al impulsarse hacia el interior del mismo. Detrás de Hoshide ingresó la estadounidense Karen Nyberg, provistos ambos de equipo de respiración antes de revisar la calidad del aire e invitar luego al resto de la tripulación. Los ocho astronautas y los dos cosmonautas rusos flotaron y giraron en el interior de Kibo, que significa "Esperanza" en japonés. Hoshide, Nyberg y otros cinco estadounidenses llegaron a la ISS el lunes en el transbordador Discovery, con Kibo en el compartimento de carga. El laboratorio fue acoplado a la estación el martes. Kibo, la primera instalación nipona en el espacio, tiene 11,2 metros de largo y puede albergar hasta cuatro personas. En comparación, el módulo Destiny de la NASA, ya en funcionamiento, tiene 8,5 metros de largo en tanto el europeo Columbus alcanza los 6,8 metros. En lo que fue una ajetreada jornada en la ISS, el cosmonauta ruso Oleg Kononenko logró finalmente reparar el baño y obtener la aprobación de Moscú para su uso por los tripulantes. En el módulo ruso Zvezda, Kononenko pasó más de dos horas trabajando en el baño averiado, donde reemplazó la cisterna y colocó nuevas mangueras. Y luego de tres intentos anteriores en que la reparación no había obtenido luz verde, esta vez el centro de control de la misión en Moscú dio finalmente su visto bueno, informó la NASA. "Hace una hora se ha declarado la victoria", anunció el presentador televisivo de la agencia espacial estadounidense. Es que el baño averiado resultó un dolor de cabeza para los astronautas, que no lograban dar con la falla después de que el transbordador espacial estadounidense Discovery llegara el lunes a la ISS con una bomba de reemplazo para el inodoro de fabricación rusa. Aunque el mecanismo que trata las materias fecales siempre funcionó bien, el de aspiración de la orina había empezado a fallar la semana pasada, y los tres astronautas de la ISS se habían visto forzados a improvisar un 'bypass' para desechos líquidos. En condiciones de falta de gravedad, como las que imperan en la estación espacial, los inodoros requieren de una tecnología específica para impedir que los desechos queden flotando en el ambiente. "Luego de dos horas y media de trabajo, tres ensayos diferentes mostraron un funcionamiento normal (...) y la tripulación puede comenzar a utilizar los baños nuevamente", añadió el portavoz. Mientras, sus nueve colegas a bordo de la estación se dedicaban a sus propias tareas: Hoshide y Nyberg se encargaron de la puesta a punto del vestíbulo entre la ISS y el laboratorio Kibo, donde retiraron las cubiertas térmicas e instalaron terminales eléctricos.

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