CON GABRIELA WARKENTIN Y JAVIER RISCO. El Papa se queda en la parte social de la homosexualidad: Bernardo Barranco

Ciudad del Vaticano

Tras la entrevista del Papa Francisco dada a la agencia AP, y el revuelo en redes, el experto en catolicismo, Bernardo Barranco considera que “es un acto mediático, no es nuevo lo que dice el Papa, no va más allá, se queda en la parte social de la homosexualidad y su acompañamiento es incompleto”.

En entrevista para "Así las Cosas" con Gabriela Warkentin y Javier Risco, afirmó que “no es nuevo lo que dice el Papa”, “cuestiona la rigidez de los ortodoxos, de los conservadores frente al tema de los homosexuales” “tiene un doble rasero porque, por un lado levanta muchas expectativas en las comunidades homosexuales cuando dice hay que protegerlos, son hijos de Dios, etcétera, pero después hay una excepción cuando dice es pecado”. “El Papa no va más allá se queda en la parte jurídica y social”.

“Genera revuelo en el mundo religioso, es un Papa audaz, pero en realidad no va más allá, se mantiene dentro de la ortodoxia de la vida de la Iglesia”.

Recordó que la moral judeo-cristiana rechaza o repele los excesos de la cultura greco romana en donde la pedofilia, la pederastia eran prácticas incluso comunes. “hay un pasaje de la Biblia que incluso condena a muerte a los homosexuales”.

Para la Iglesia dijo, “hay una gran tradición que ha pasado por diferentes momentos, es una degradación humana, es un pecado, es un problema de salud es una desviación, y que tiene que ser curada la homosexualidad”, y la otra que plantea Francisco, “la iglesia ama a sus hijos sin importar su condición, rechazo que en ochenta países se condene jurídica social y penalmente la homosexualidad”. Entre esos 80 países 10 siguen teniendo penas de muerte sobre todo en las culturas africana e islámica, señaló.

“Para la Iglesia, una cosa es la persona homosexual y otra la práctica homosexual, esa sí debe ser condenada”, de ahí que la “Iglesia llama a los homosexuales a ser miembros de la Iglesia, a ser miembros de la Iglesia, a ser acogidos de la Iglesia siempre y cuando no tengan prácticas homosexuales”.

“Ahí la cosa se complica mucho y es cuando vienen grandes decepciones de las comunidades lésbico-gay que sienten la postura de Francisco incompleta, con toda la razón del mundo”.

“Espero equivocarme, pero no creo que la situación cambie”, concluyó.