Emprendimiento Social
La sociedad cambia y, con ella, los hábitos de consumo y las necesidades de los ciudadanos
Las empresas se han visto en la necesidad de evolucionar, de cambiar y redefinir estrategias y poner el foco no únicamente en la reducción de costes e incremento de los beneficios, así nos lo platicaron Martha Violante, Editora en jefe de Entrepreneur.com y Pablo Hijar, Coordinador de Alianzas Estrategias de DisruptivoTV en cabina y es que cada vez más jóvenes con hambre de cambiar el mundo ponen todo su talento y esfuerzo al servicio de proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad.
Las empresas sociales tienen como finalidad mejorar las condiciones de una comunidad determinada, y aspiran a trascender fronteras para llegar a cuantas personas sea posible.
Su objetivo tiene un gran carácter social, por lo que la obtención de máximos beneficios pasa a un segundo plano.
Estos emprendedores sociales van más allá de la obtención pura y dura de ganancias, enfocando su actividad a la creación de valor.
El emprendimiento social no equivale a ser una organización sin ánimo de lucro que no busca beneficios.
No son ONG (organización no gubernamenta), empresas estatales ni negocios tradicionales.
Su principal diferencia respecto a las empresas tradicionales es que no quiere obtener beneficios por encima de todo. Sino que establece como prioridad diversos principios sociales, éticos y medioambientales.
Aunque son ante la ley empresas con fines de lucro, aplican estrategias de mercado para alcanzar un objetivo social.
Las personas se centran en proyectos en favor del medio ambiente, la educación, salud, vivienda, servicios públicos, etc.
El emprendimiento social, por tanto, va a jugar un papel clave en el tejido empresarial ya que, el consumidor es cada vez más exigente y comprometido.
En su fundación, crecimiento y operación diaria, las empresas sociales deben enfrentarse a una cantidad importante de desafíos, tanto internos como externos.