ASI SOPITAS. Segundo día de Zuckerberg ante el Congreso

Catorce horas y 3,000 millones dólares más rico de lo que era, Mark Zuckerberg regresó al Congreso de los Estados Unidos para su segunda comparecencia.Y si el martes habló de la Trama Rusa y Cambridge Analytica, ayer, el tema central fueron las consecuencias de la violación a la privacidad de datos a los usuarios de Facebook.

Y de nueva cuenta, Zuckerberg, ha pedido perdón, utilizando respuestas ambiguas y con términos que suenan de una forma, pero en la práctica termina siendo otra.

Un ejemplo de ello, es cuando afirmó que las personas que usan Facebook, son dueñas de la información que comparten en todo momento y que la compañía no hace nada sin su autorización; lo cuál es cierto, hasta que nos damos cuenta de que en la práctica, para acceder a Facebook o alguna de sus miles de aplicaciones, siempre tenemos que autorizar el uso de nuestros datos, so pena de no poder acceder a dicho servicio.

Pero Zuck, no solo pidió disculpas, sino también adoptó el papel de víctima, al afirmar que su propia información había sido robada por Cambridge Analytica, pobrecito, al tiempo en el que insistió que Facebook no vende información de sus usuarios, insinuando que incluso, podría demandar a Cambridge Analytica, en un proceso en el que, siendo sinceros, Facebook llevaría las de perder, pues la empresa afirma que nunca violó la ley ni los términos de uso de Facebook para obtener la información de más de 87 millones de usuarios y por el contrario, quién no puso en práctica las reglas de protección de datos y confidencialidad, fue precisamente la red social, que admitió haber tenido conocimiento del robo de información en el 2015, sin haber hecho absolutamente nada.

Aún así, Zuckerberg afirmó que hay que hacer frente a los retos en cuanto a seguridad y democracia, y admitió que es inevitable que haya alguna regulación en internet, aunque según dijo, hay que ser cuidadosos de que la regulación sea la correcta.Aunque no especificó, qué es para él, una regulación correcta.

Al final, las acciones de Facebook volvieron a tener una ligera alza en las bolsa, mostrándonos que lo que suponía ser una semana infernal para Zuckerberg y la plataforma, terminó por convertirse en un paseo triunfal, en donde Zuckerberg, salió sin castigo, sin cambios de políticas para su compañía y sobre todo, con una empresa que se benefició del escándalo al registrar los mejores días para sus acciones en la bolsa de los últimos dos años.