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  • 05 NOV 2024, Actualizado 05:37

BBmundo: Mi hijo no es lo que esperaba, ¿Qué hago?

¿Has pensado que la vida te ha quedado a deber con el hijo que tienes?

BBmundo: Mi hijo no es lo que esperaba, ¿Qué hago?

BBmundo: Mi hijo no es lo que esperaba, ¿Qué hago? / Foto: Especial

México

¿Se sienten malas madres por estar deseando otros niños? Hoy les vamos a hablar de las expectativas, esas que nos hicimos al pensar que sería, tranquilo, inteligente, educado, obediente, casi el hijo perfecto, y de repente tenemos todo lo contrario. Por ello, Evelina Valdes Torres, psicóloga por la Universidad Iberoamericana, nos explicará qué es Mindfulness y qué podemos hacer para no sentirlo.

¿Qué es Mindfulness?

Mindfulness puede definirse como “la conciencia que surge de poner atención al momento presente sin juzgar”.

Eso también incluye las necesidades de los hijos, a cambiar la perspectiva y a resignificar la relación, generando un ambiente familiar menos estresado, consistencia en los límites, flexibilidad en las estrategias de educación que promueven el óptimo desarrollo psicosocial de padres e hijos y principalmente el fortalecimientos de vínculos entrañables que perduran en las diferentes etapas de la vida.

De dónde surgen esas expectativas, yo sólo quería ser mamá o papá

- Desde el momento en que una pareja sabe que está esperando un hijo surgen expectativas:

¿Quieren niña o niño?

El deseo que sea sano

Que se parezca a alguien en particular

Que se comporte de una manera determinada

Que sea académicamente exitoso

Que elija adecuadamente una carrera, una pareja y por supuesto que sea feliz, lo que sea que eso signifique para los padres.

- Las expectativas surgen a partir de creencias y experiencias previas; generan reacciones y conductas automáticas y si no son cumplidas provocan frustración y dolor tanto para los padres como para los hijos.

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Foto: especial

Viendo a mi hijo más allá́ de mis expectativas

- ¿Cómo manejar la frustración de las expectativas no cumplidas?

- ¿Qué hacer con la culpa que provocan las emociones negativas hacia los hijos?

- ¿Cómo poder ver a mi hijo en su totalidad, más allá́ de mis expectativas?

 - Los hijos son territorios nuevos, desconocidos, que necesitan ser explorados con atención, sin juzgar, estando presente momento a momento, requieren ser vistos, aceptados, contenidos, sentirse seguros y protegidos para poder desarrollarse,crecer y ser felices.

Es un ejercicio en conciencia y voluntad que para reconectar la relación entre padres e hijos.

¿Qué hago?

1. Acepta: Los hijos nos provocan todo tipo de emociones, no sólo amor, alegría o satisfacciones. También nos generan enojo, resentimiento, tristeza, desagrado. Las emociones son parte de la experiencia humana y son desencadenas por cualquier estímulo.

2. Observa: Aprende a ser observador de los propios pensamientos, emociones y sensaciones corporales. De esta manera podrás diferenciar entre tus expectativas y las necesidades de tu hijo.

3. Regula: Realiza prácticas que regulen el estrés, las emociones y promuevan la calma.

Foto: especial

4. Comunica: Haz contacto visual con tu hijo, pon atención a tu expresión facial, tono de voz y postura corporal. ¿Quieres receptividad y calma? No grites, mantén tu cuerpo en actitud protectora no amenazante.

5. Escucha atentamente: Escucha a tu hijo, date cuenta el momento en que la mente se aleja o comienza a juzgar.

6. No juzgues: Date cuenta de lo fácil que es para la mente juzgar y la tendencia a que las cosas sean a nuestro modo.

7. Dedica un tiempo para calmar y vincular: Haz prácticas de atención, juega, camina, lee.

8. Detente. Durante el día date cuenta de las sensaciones de tu cuerpo y alivia cualquier sensación de tensión.

9. Respira. Enfoca tu atención en tu respiración, te dará́ calma.

10. Empatiza: Trata de ver las cosas desde la perspectiva de tu hijo.

Padres que practican Mindfulness y la integran a su estilo de crianza desarrollan la capacidad de estar presentes para sus hijos, con mayor aceptación y menor reactividad, a identificar y reconocer las propias expectativas, a ver y aceptar.

Una buena práctica es colocar tus manos frente a tus ojos y trata de ver el cielo entre tus dedos; es probable que solo veas partes y no puedas verlo en su totalidad. Las expectativas para nuestra mente son como los dedos frente a nuestros ojos, no nos permiten ver con claridad, son filtros a través de los cuales pretendemos ver lo que nos rodea.

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