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  • 25 ABR 2024, Actualizado 14:55

"Tras el sismo, también toca la reconstrucción del sazón": Miriam Bertrán

La nutrióloga habló sobre la importancia emocional de los alimentos para los voluntarios y damnificados

"Tras el sismo, también toca la reconstrucción del sazón": Miriam Bertrán

"Tras el sismo, también toca la reconstrucción del sazón": Miriam Bertrán(Foto: Especial)

La investigadora en Alimentación y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco comentó la importancia de la comida casera y la reconstrucción del sazón tras el sismo del 19 de septiembre. Invitó a los voluntarios a donar comida fresca en los centros de acopio y albergues para que sea cocinada por los afectados.

"La comida nos apapacha. Una de las líneas más importantes que trabajamos es la del gusto del placer que da la comida y tratamos de tener un panorama más amplio, la comida tiene referentes emocionales, de comunidad, la comunión en términos católicos es eso, es compartir el pan. De hecho todas las religiones tienen rituales alrededor de la comida, festividades alrededor de la comida".

Dijo que hay una serie de sabores que remiten momentos gratos o desagradables. Pero hay un montón de gustos, de olores que nos dan momentos gratos."Y que yo pienso que ahora mi impresión es que nos debemos dar chance de disfrutar otra vez, apapacharnos, salir, reactivar la economía.Disfrutar otra vez, de irnos apapachando no sólo en términos privados sino que también yo pienso que hay que reactivar la economía".

Hay un montón de comunidad alrededor de la Universidad que ahora está detenida,los psicólogos son quienes tienen más conocimiento de esto pero yo pienso que deberíamos empezar.Tengo la impresión de que nos preguntamos: ¿Hasta cuándo vamos a tener el duelo y hasta cuando vamos a empezar a disfrutar de nuevo?

"No sé si les ha pasado que de pronto después de que nos hemos metido en la información, o de ayudar, de apoyar, de pronto alguien dice: “oigan, pero ya hay que vernos”Y en ese “hay que vernos” habrá que juntarnos alrededor de comida entrañable.

Yo estaba fuera de México en el terremoto, no me parece que haya sido ninguna suerte para mí.Lo que mis hijos extrañaban era eso, sazones míos, cosas que podemos.El primer día que llegue mi hijo dice “aunque sea una pizza, hagamos algo especialito en la cena”

Los alimentos tienen que ver mucho en eso, han salido muchas cosas que yo estoy sistematizando en un proyecto en la UAM, con la comida en el acopio, distribución de comida caliente, en los albergues.Los albergues y los centros de acopio que necesiten asesoría nutricional que se acerquen a la UAM, en mi twitter o facebookUno de los problemas que estamos viendo en los albergues es que una vez pasando la emergencia se tiene que reordenar la preparación de la comida.

Si se puede cocinar en el albergue, pueda preparar ella misma la comida que llegue, que la comida sea donación cruda.

Además, están en los manuales de intervención nutricional en crisis. Que haya participación social en la medida que es posible.

En los albergues la gente va a estar gente por un poco más de tiempo, o sabemos cuánto porque habrá situaciones muy variables. Diez días es mucho para estar a merced de la comida de otros.

<em>Lo estamos viviendo, nos han llegado experiencias, yo insisto.</em>

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Su kit de especias favoritas, su sartén que ya tiene, poder escoger qué tortillas compra en qué esquina. Que cantidad de cebolla, de aceite. Todas esas cosas hacen un sazón muy particular y que se deben recuperar.

Ha habido experiencias de todo. Antes de lanzarnos a hacer una evaluación rápida, hablamos de experiencias personales.

Al principio bienvenido todo, después, hartos de las tortas querían comidas calientes.

Hay quienes decían: lo que comimos aquel día en la noche, en el multifamiliar fue memorable.

Debemos aprender, así como a tenemos una cultura del desalojo; fue evidente la capacidad, las dificultades de retraso de la alarma sísmica.

También, quizá deberíamos a empezar a instaurar una organización de canalización de los víveres alimenticios. Saber a dónde llevarnos víveres.

Tenemos una cosa que está muy bien detectada ya, no están recibiendo comida fresca: ni frutas, ni verduras, ni carne y que hay exceso de arroz y harinas. Pero por favor, hacemos un llamado a la población, por favor comida fresca. Hay que ver las condiciones de almacenaje de cada albergue.

Mejor que llegue el arroz y que la gente en los albergues,lo pueda cocinar ahí. Ahora empieza a escasear frutas, verduras o productos de original animal, comida fresca.

Ese sabor no se le va a olvidar nunca, porque ese sabor está asociado a que estaba lloviendo y acababan de rescatar a una persona con vida. Probablemente no lo va a volver a sentir jamás.

Habrá un día que probará algo que se va a parecer y se va a acordar de esa satisfacción tan íntima de haber rescatado a alguien con vida.

"La comida tiene esas cosas, olores que son anclas referentes, como describir sensaciones con el arte".

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